Millones de casos por Covid-19 han sido confirmados desde el comienzo de la pandemia.
Recientemente unos investigadores afiliados a la Universidad Estatal de Oregón y a la Universidad de la Salud y Ciencia del mismo estado, podrían haber encontrado dos candidatos adecuados para objetivos como tratamiento y prevención de las nuevas sepas: los cannabinoides no psicoactivos ácido cannabigerólico (CBGA) y ácido cannabidiólico (CBDA).
Antes de continuar debemos señalar que el estudio del que vamos hablar a continuación se ha llevado acabo "in vitro".
Según un nuevo estudio publicado en el Journal of Natural Products, una combinación de CBGA y CBDA podría complementar las vacunas bloqueando la "entrada de SARS-CoV-2 vivo en las células".[1] Los investigadores añaden que “estos cannabinoides, tanto aislados como en forma de extractos de cáñamo, tienen el potencial de prevenir y tratar la infección por SARS-CoV-2”.
Las últimas investigaciones son muy prometedoras y destaca varias ventajas de los cannabinoides en bruto como el CBDA y CBGA. Los científicos destacan un aspecto primordial del proceso de infección por coronavirus: se une a las enzimas que están presentes en los pulmones por medio de su exterior recubierto de la proteína spike. Por eso, los investigadores han centrado sus esfuerzos en la prevención o reducción de esta capacidad con ayuda de cannabinoides en bruto del cáñamo, un miembro de la familia Cannabis sativa L.
Han probado varios cannabinoides, desde el CBD hasta el CBC, pasando por el THC y el CBN. Y, aunque es posible que el CBD bloquee la entrada viral del SARS-CoV-2, han sido los cannabinoides precursores CBDA y CBGA los que han mostrado una mayor eficacia potencial contra múltiples variantes. Mediante la incubación de pequeñas muestras del "virus SARS-CoV-2 vivo con 25μg/mL de CBDA, CBGA o una muestra control (DMSO)", los investigadores han podido observar la tasa (o ausencia) de infección en las células.
El estudio también habla de la importancia de estos cannabinoides por su biodisponibilidad oral y "largo historial de consumo humano seguro", en forma aislada y como parte de extractos de cáñamo.
Las pruebas presentadas por ambas universidades de Oregón son muy prometedoras en cuanto al uso de cannabinoides para el posible tratamiento o prevención de las infecciones por Covid-19. Sin embargo, ningún compuesto es perfecto, y los investigadores no han dudado en reconocer esto, añadiendo:
“Aunque podrían surgir variantes resistentes, la combinación de la vacuna con un tratamiento a base de CBDA/CBGA debería dar lugar a un entorno mucho más inhóspito para el SARS-CoV-2.”
También hay que tener en cuenta el trascendental paso entre los estudios in vitro y los ensayos con animales o humanos. En estos momentos se desconoce la dosis que podríamos necesitar, la duración de nuestra recién adquirida resistencia al Covid, cómo se comportan los cannabinoides en los distintos grupos demográficos, etc.
Afortunadamente, los resultados de este estudio ofrecen una base sólida para que otras instituciones analicen las aplicaciones prácticas de los cannabinoides. Si hay algo de lo que estamos seguros es de que estas evidencias refuerzan aun más la necesidad de investigar todos los compuestos activos de la familia Cannabis sativa L.