Casi todo el mundo ha tomado una cápsula antes, se pueden encontrar numerosos medicamentos en forma de cápsula, ya sean cápsulas de gel o cápsulas de polvo. Los productores de CBD introdujeron las cápsulas debido a su facilidad de uso y la familiaridad que tenían los consumidores con los productos en forma de cápsula.
Principales Diferencias Entre Cápsulas y Aceite
La principal y obvia diferencia entre ambas opciones es su forma física. Las cápsulas son, como se ha dicho, una forma de cápsula de gel o polvo simple. El aceite, por otro lado, está en forma líquida y se almacena en botellas.
Las cápsulas en forma de gel incorporan una sustancia de gelatina que conserva los cannabinoides hasta que llegan a tu sistema digestivo donde se descomponen y se incorporan a nuestro cuerpo.
El mayor beneficio de los aceites de CBD es la biodisponibilidad. La biodisponibilidad es un término que se usa para describir qué tan fácil es para el cuerpo usar una sustancia ingerida y qué cantidad de esa sustancia llega a las células y al torrente sanguíneo.
El aceite de CBD tiene dos beneficios en lo que respecta a la biodisponibilidad. El primero proviene del método de ingestión sublingual. Cuando el CBD es absorbido por las membranas mucosas debajo de la lengua, se absorbe directamente en el torrente sanguíneo y evita el sistema digestivo.
La mayoría de los aceites de CBD contienen aceites portadores, como los aceites MCT (incluidos los aceites de oliva, semilla de uva, coco y aguacate), que tienen el beneficio de pasar por alto el sistema digestivo e ir directamente al hígado. Por este método, el CBD ingresa a nuestro sistema más rápido y sin pérdida de fitocannabinoides.
Ambos factores le dan al aceite de CBD una enorme ventaja sobre algo como una cápsula de gel de CBD. El CBD contenido en las cápsulas de gel debe digerirse antes de llegar al hígado, al torrente sanguíneo y ser transportado a las células.