Los expertos están investigando el posible uso de los cannabinoides para aliviar afecciones cutáneas graves como la dermatitis atópica, el eccema, el acné y la psoriasis.
Se han descubierto receptores de cannabinoides en las células de la piel y otras partes de la piel, como las glándulas sebáceas, los folículos pilosos, los nervios pequeños y las células inmunitarias. El CBD interactúa con ellos como parte del sistema endocannabinoide de la piel.
El uso tópico del cannabis, en forma de producto cosmético como crema o loción, ayuda a prevenir y mejorar el envejecimiento cutáneo, aportando luminosidad e hidratación.
Esta aplicación puede ayudar con la regulación inmunológica, el crecimiento epidérmico, las glándulas sebáceas y la secreción e irritación.